En busca del culpable

La culpa la tiene el calor. Supongo…

El caso es que esta mañana  he puesto  a funcionar la lavadora. Entre unas cosas y otras se me ha ido el día sin encontrar un momento para colgar la ropa lavada. Bueno…, si he da ser sincera, lo cierto es que durante el día ni siquiera me había enterado de que la ropa continuaba dentro de la lavadora. Me disponía a meterme en la cama cuando caí en la cuenta de ese detalle. Así que me fui a la cocina con intención de poner a secar el contenido de la máquina.

Mi asombro fue comprobar que la ropa estaba completamente seca. Y no era de extrañar, dado el calor asfixiante que estamos sufriendo. Este detalle me indujo a beber un buen vaso de agua (cosa que hago en contadas ocasiones), convencida -por analogía-  de que mi organismo lo necesitaba. Así que, en vez de colgar la ropa en el tendedero, comencé a doblarla con intención de planchar alguna y guardar la que no necesitaba plancha.

Cuando llevaba doblada la mitad de la ropa, cogí una chaqueta de chándal algo más gruesa que las otras piezas. También estaba completamente seca. Lo mismo que la pieza siguiente. Y la otra… Aquello me hizo pensar que algo no cuadraba, por elevada que fuese la temperatura.

Al abrir el cajetín de la lavadora pude comprobar que el jabón y el suavizante permanecían intactos, prueba evidente de que me había olvidado de poner la lavadora en marcha.

En fin…

2 comentarios en “En busca del culpable

  1. Te aseguro que es más el tiempo que desperdicio buscando objetos perdidos que haciendo cosas de provecho. Acabo de dejar en tu correo el primero de la mañana. Más bien la primera parte, porque el show continúa.Me da vergüenza publicarlo, a pesar de que, tal y como se están poniendo las cosa, creo que puede dar mucho juego.
    Un montón de besos.

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